CIAM REACCIONA A RECONSIDERACIÓN INTERPUESTA POR PRESIDENTE DEL CONSEJO MUNICIPAL DE TABOGA CONTRA EL ÁREA PROTEGIDA ISLA BONÁ
El Centro de Incidencia Ambiental de Panamá (CIAM) observa con preocupación la reciente presentación por parte del presidente del Consejo Municipal del Distrito de Taboga, Emilio Muñoz Ortega, de un recurso de reconsideración contra la Resolución DM-0616-2019 de 5 de diciembre de 2019, que crea el área protegida Refugio de Vida Silvestre Isla Boná. Esta nueva área protegida busca resguardar Isla Boná e Isla Estivá, por sus importantes recursos marino costeros, que además sostienen la pesca artesanal que realizan los moradores del área, y por su condición de sitio crítico para la anidación y cría de aves marinas tropicales. El recurso presentado, que no es el medio idóneo para la impugnación de este tipo de actos, alega sin explicación o fundamento que el área protegida fue creada sin seguir el procedimiento normado de creación de áreas protegidas, que se basó en información científica errónea y que no se tomó en cuenta la opinión de las autoridades locales y la comunidad. Esta acción soslaya el hecho de que los miembros de las comunidades de Otoque, isla poblada más cercana al área protegida, que han manifestado su oposición a su creación, lo han hecho afirmando que esta les impediría continuar pescando en el área y que la comunidad no tendría forma de aprovecharse de su creación. Esto, a pesar de que ninguna de las propuestas que se realizaron ni la resolución final dictada por el Ministerio de Ambiente restringen la artes de pesca utilizadas por los pescadores de la comunidad, mas sí restringen actividades que perjudicarían el recurso pesquero de la zona. Adicionalmente, la resolución le da prioridad a los moradores de Isla Otoque para el desarrollo de proyectos ecoturísticos, científicos y de desarrollo comunitario en el área protegida. En este contexto, CIAM hace un llamado al Ministerio de Ambiente a desestimar prontamente el recurso presentado y a defender activamente la creación de esta nueva área protegida; y recomienda a las autoridades locales que brinden información veraz a la comunidad sobre las restricciones que implica el área protegida y no pretendan ocultarles los graves impactos que implicaría una instalación de almacenaje y trasiego de hidrocarburos como la que se pretendía desarrollar en Isla Boná, a costa de los recursos naturales que hoy brindan sustento a los moradores y a cambio de escasas plazas de trabajo que harían poco por resolver los problemas sociales y económicos que aquejan a las comunidades, principalmente por la inacción histórica de las autoridades competentes.
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Joana Abrego jabrego@ciampanama.org